La situación de las playas estos días atrás no ha sido precisamente de imagen turística o de bandera azul. La intensidad de las lluvias de finales de septiembre ha sido inusual y han arrastrado mucha arena en las entradas a nuestras playas.
Las imágenes muestran algunos de los efectos de este temporal. Igual que todos los vecinos lo hemos podido ver, también nuestros responsables políticos lo habrán visto. Lo que no sabemos es por qué han tardado tanto en ponerse manos a la obra. Durante días han permanecido cerrados muchos de los accesos a las playas, las aguas de desagüe se han estancado provocando malos olores, las pasarelas han quedado inutilizadas, los lavapiés movidos, etc. Es decir, una mala imagen turística que debería haberse solucionado en mucho menos tiempo.
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