Sra. Alcaldesa: Hasta cuándo vamos a sufrir tanto abandono y tanta desidia en Guardamar. Es lamentable el estado de abandono que estamos sufriendo desde hace tiempo, por ejemplo el Parque Reina Sofía, con unas espléndidas lagunas para varias especies de animales, mayoritariamente acuáticas, y desde hace varios días están en el más absoluto abandono, al estar las charcas totalmente secas, salvo una que mantiene una pizca de agua, hasta que el tiempo la evapore por completo.
¿Dónde están los defensores de los animales?, pues ni se les ve ni se les oye. Sólo se les oye y se les ve defender a los perros, animales, por cierto, que tienen a Guardamar hecho un basurero, una cloaca. Como el caballo de Atila, por donde pasan arrasan, y ni las Autoridades locales ni la mayoría de sus dueños, se inmutan lo más mínimo. Hay personas que dicen adorar a los perros, como hacían antiguamente los israelitas al huir a la Tierra Prometida de la tiranía de los faraones egipcios (parecido a lo que actualmente sufrimos en España), que adoraban a las bestias, y por ello, fueron severamente castigados. Yo siempre he leído y creído que sólo se adoraba a Dios, lo demás es hablar por no estar callados o, más bien, no saben lo que dicen.
Al principio del Camino de la Gola, la valla que delimita este con la Pinada lleva meses con dos postes rotos juntamente con la malla de alambre, lugar por el cual, yo he visto acceder alguna persona a la zona protegida, cosa que no ocurriría si dicha valla estuviese reparada.
Yo siempre he querido creer que los políticos estaban al servicio del pueblo, pero, es más bien al revés, los ciudadanos somos los que tenemos que servirles a ellos. ¡El mundo al revés!
Le sugiero Sra. Alcaldesa que, si realmente le importa un poco, ya no digo mucho, Guardamar, empiece por procurar que los parques y jardines estén limpios y decentes.
Hay calles en Guardamar que perfectamente podrían peatonalizarse, le doy una idea: la Avda. de los Pinos se puede habilitar para uso de los viandantes, salvo carga y descarga y entrada y salida de garajes; pero teniendo en cuenta un problema, que caminar por las aceras de esta calle no sea una odisea debido al reducido espacio que dejan las mesas y sillas de bares y restaurantes, y que convierten el paseo en un laberinto. De once plaquetas que conforman el ancho de la acera, hay veces que apenas quedan libres tres ¡penoso! En la Avda. del País Valenciano se puede hacer lo mismo, suprimiendo los aparcamientos de ambos lados y haciendo de estas dos calles sendos bulevares. Eso sí que sería un gran atractivo para pasear con absoluta tranquilidad, no como hasta ahora, que para pasear por la Avda. del País Valenciano, tiene que apartarse uno para que pueda pasar el otro. Las ciudades deben estar hechas para el hombre, no el hombre para las ciudades, ya basta de tantos coches invadiéndolo todo, debe existir un equilibrio, y que conste que yo tengo vehículo.
Los adoquines de las aceras de Guardamar son un auténtico y real peligro para los peatones, cuando llueve se convierten en pistas de patinaje, se ve uno obligado a caminar por la calzada para no resbalar, y no se olvide de una cosa, si alguien se resbala y se lesiona, puede denunciar al Ayuntamiento por ser este el responsable subsidiario, pues sólo a él compete el poder evitar accidentes injustificados por negligencia urbanística.
¿Por qué no se aprovechan los restos o escombros que quedan del viejo castillo para construir algún edificio de utilidad pública (respetando las murallas), o construyendo una especie de Parador Nacional? Sólo por las magníficas vistas, estaría garantizada la rentabilidad y el éxito de la misma. Tal y como está en estos momentos, carece de valor y atractivo artístico alguno, salvo para el lamentable y repudiado botellón, que, como es lógico y sabido, acarrea daños a propios y ajenos.
Una pasarela de madera, ya no digo de hormigón, por la orilla de las playas para poder dar un aspecto de paseo marítimo continuado, por el que los turistas puedan libremente contemplar el mar, sería para ellos y nosotros un atractivo irresistible. No me diga que no hay dinero, para otras cosas absurdas y superfluas sí que ha habido dinero.
Espero Sra. Alcaldesa actual, y Sra. Alcaldesa futura, sea quien sea, y demás ediles, que estas palabras no caigan en saco roto, y escuchen de una vez por todas al pueblo, es el que les paga el sueldo con sudor y lágrimas, no se sirvan del pueblo, sirvan al pueblo.
Bernardo Pérez Recalde
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