GUARDAMAR YA ES LIBRE, NO VENGA A SALVARNOS

A modo personal y particular agradecería publicaran este escrito en Guía Guardamar contestación al que publicaron en Guía Guardamar en la semana del 11 al 17 de junio. Un saludo. Eric Gilabert Zaragoza. D.N.I. 48363153-H
GUARDAMAR YA ES LIBRE, NO VENGA A SALVARNOS
Y lo es desde hace mucho tiempo. Para que vaya aprendiendo frases guardamarencas: “no me toque la matica”. Obviamente con escritos y comentarios como los que se hacen en el escrito de la semana pasada es difícil integrarse en Guardamar, en Burgos o en la mismísima Conchinchina. Sinceramente creo que habla desde el desconocimiento y desde alguna mala experiencia particular, que ha generalizado desafortunadamente. Obviamente, no somos gaditanos, pero el guardamarenco, por lo general, es abierto, sociable, acogedor e integrador.
Empecemos por el principio: el hecho de que a las personas no nativas se les llame habitualmente “forasteros” no tiene ningún componente peyorativo. Yerra el que dice que sólo se aplica al que está de paso o al que veranea, porque el que está integrado en Guardamar sabe que es habitual escuchar la palabra: “menganito esta casado con una forastera” y a lo mejor lleva 30 años viviendo en nuestro pueblo.
Con esta palabra se denomina en Guardamar al que no es nativo de Guardamar, igual que los madrileños nativos son “gatos” o los mallorquines de cepa “pambolis”.  Y ya está.Que podemos mejorar, no, debemos mejorar siempre (y las críticas siempre son bien recibidas) pero el que quiere integrarse también deberá respetar como usted dice las viejas y ancestrales costumbres del municipio porque eso significa respetar su cultura y su idiosincrasia y porque esto es como el amor: sí sólo da uno, la cosa no va bien.
 Muchos españoles critican a los extranjeros por no adaptarse a nuestras costumbres, y sin embargo los españoles no miramos que podemos estar haciendo exactamente lo mismo cuando migramos de una ciudad a un pueblo. ¿Se hace mirar eso el que llega a Guardamar?Los guardamarencos se relacionan perfectamente con los no nativos. Prueba de ello es que son multitud los que integran nuestras comparsas de moros y cristianos, nuestras cofradías de Semana Santa, nuestras asociaciones, nuestros clubes deportivos…y nuestra vida local.
Incluso los partidos políticos (el Secretario General del PSOE durante los últimos 8 años no es una persona precisamente nacida ni criada en Guardamar). No sé que guetos, checas o cortijos ha visto usted, porque Guardamar lleva desde la época de los 70 recibiendo a “forasteros”  para quedarse definitivamente.
La fábrica de baterías FEMSA es el fiel ejemplo de la perfecta adaptación e integración. Gentes que vinieron a trabajar, a compartir y a respetar y que a nadie se le ocurriría decir que no son guardamarencos, a pesar de haber nacido en Albacete, Aranjuez o La Carolina.
Es también incierto que no se apoye al comercio o negocio de gente no nativa. En Guardamar hay negocios regentados por madrileños, andaluces, manchegos, colombianos, argentinos, italianos, portugueses y hasta lituanos que triunfan. Sólo mira a un lado, pero a Guardamar también ha venido mucha gente a hacer dinero y en pleno boom inmobiliario, empresas y promotoras de Madrid se hicieron multimillonarias gracias a nuestro municipio.Ahora, al que no respeta a nuestro pueblo es normal que el nativo le tenga tirria. Al que viene con aires de superioridad y nos dice “que si no fuera por ellos todavía estaríamos con las barcas”; que quiere usted que le diga, posiblemente no le inviten a un caldero o a unas pelotas en una casa de Guardamar.
Si usted va diciendo por la calle, como dice en su escrito “que sin los forasteros o los madrileños Guardamar sería un pequeño pueblo y remito sin vida y con nulo futuro” es difícil que los guardamarencos nativos le vayan invitando a cañas.  Todos agradecemos los beneficios (y soportamos los perjuicios, que también los tiene) del turismo, pero antes de llegar el turismo Guardamar supero un terremoto, varias pestes, la invasión de las arenas y hasta algún tonto que otro.
El requisito principal para integrarse, no en Guardamar, sino en cualquier municipio, es el mismo: respetar la localidad, sus costumbres, sus tradiciones y sus gentes. Al que quiere a Guardamar se le quiere. Tan fácil.