HAGAMOS UN GUARDAMAR LIBRE
En Guardamar hay una nefasta y lamentable costumbre de considerar a las personas no nativas ``forasteros´´. La palabra forastero es aplicable a personas que, o bien están de paso, o bien hacen turismo estacional en Guardamar. El resto de las personas que conviven entre nosotros y, además, estén empadronadas en Guardamar, son guardamarencos de derecho, y no forasteros, como de forma despectiva se les suele llamar.
¿Por qué hay tanta tirria en este pueblo a las personas que, procedentes de diversas provincias españolas, fijan su residencia aquí, mal llamándoles unos forasteros, y otros madrileños? Si no fuese por los mal llamados forasteros o madrileños, Guardamar sería un pequeño y remoto pueblo sin apenas vida y con nulo futuro.
El pueblo guardamarenco tiene que ser más abierto, más acogedor, más sociable, más integrador; No con palabras vacías de contenido, sino con hechos demostrables y palpables.
Es muy difícil relacionarse con quién no quiere relacionarse. Se crean como una espacie de clanes, como checas al estilo soviético o logias masónicas; se forman ``cortijos´´, se forman asociaciones que, cuando no excluyen, discriminan por completo a las personas no nacidas en Guardamar.
Si hay un buen puesto de trabajo creado por un organismo o institución pública, ¡Oh que casualidad! Normalmente será asignado a una persona con ADN de Guardamar, aunque el mal llamado forastero lo necesite más o esté doblemente preparado y capacitado para ocupar dicho puesto.
¿Por qué a la hora de hacer una compra en una tienda o comercio se mira tanto el hecho de que si el dueño es de Guardamar o es de otro lugar? Con esa mentalidad tan cerrada y funesta, es imposible el desarrollo comercial y social. Hay que asumir que vivimos en sociedad, no en guetos de la época paleolítica.
Y qué decir de los partidos políticos… ¿Cuántos candidatos incluyen en sus listas (con posibilidades de ser elegidos) que no sean de Guardamar….? Pues estos que ustedes no incluyen, o excluyen, son los que realmente se preocuparían por el verdadero desarrollo y la prosperidad de Guardamar. Para ser un buen alcalde de Guardamar, no necesariamente tiene que haber nacido aquí. Normalmente tienen más ilusión y más visión de futuro las personas nacidas en otros lugares. Démosles la oportunidad de poder demostrarlo.
¡Pueblo de Guardamar! Hay que despertar del letargo, estamos en el S.XXI, no en el S.IX. Las viejas y ancestrales costumbres están fuera de lugar; sólo forman parte de la historia. Hay que adaptarse a los tiempos actuales y sociabilizarse para poder prosperar.
El que tenga oídos que oiga, y el que tenga ojos que vea. A buen entendedor, pocas palabras bastan.
BERNARDO PEREZ RECALDE
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